Es un sistema de principios, prácticas y procedimientos aplicados para mejorar los resultados del control de plagas.
El enfoque del MIP es eliminar la fuente de los problemas con plagas, es decir:
· Condiciones del Establecimiento. · Supervivencia y reproducción de plagas. · Control del acceso de las plagas a las personas y su entorno.
Los programas de control que no son integrales están enfocados sólo en aniquilar plagas en lugar de entender porqué están presentes.
Revisión de exteriores e interiores incluyendo las instalaciones adyacentes.
Revisión del daño estructural, de la infraestructura, equipos, suministros, objetos almacenados y alimentos.
Condiciones que permiten y favorecen la presencia de insectos, roedores y demás plagas.
Ubicación, cantidad y tipo de especímenes presentes.
Se identifican correctamente los especímenes recolectados.
Identificar el hábitat y ciclo de vida de acuerdo a la biología de la plaga identificada.
Identificar las condiciones en el lugar que favorecen la actividad de las plagas que pueden ser corregidas con diferentes medidas de control.
De acuerdo a lo que puede ser tolerable siguiendo medidas estéticas, económicas, legales, regulatorias e higiénicas.
Es muy común que la tolerancia sea CERO.
Todas las medidas prácticas, efectivas y razonables deben ser consideradas para el plan.
Los Métodos de Control pueden ser:
Culturales.
Físicos/Mecánicos.
Biológicos.
Químicos.
Evaluar la efectividad en la implementación de los cuatro pasos anteriores.
Identificar posibles mejoras.
Evaluar en cada paso si la población de las plagas efectivamente disminuyó por debajo de los niveles de tolerancia.
Frecuencia y número de avistamientos.
Actividad de los insectos.
Especímenes capturados en dispositivos de monitoreo.
Número de evidencia de actividad de roedores (mordidas).